El diseño gráfico en Francia.
Honoré Daumier: recoge la herencia de la revolución francesa y trabaja en ilustración colaborando con la prensa en temas sociopolíticos. Colaboró con 2 ilustraciones semanales en los periódicos, “la caricatura” y “Charivari” (vacilón y cañero). Es pintor “decente” pero genial grabador. Vivió del grabado. Como técnica utilizo la litografía estilísticamente se le relaciona con lo barroco victoriano. Por otro lado tiene otro estilo de composición sintética. Se le compara a Goya (en los desastres y los caprichos) o a Hoggarth (uno de los grandes del grabado, pintaba al rey borracho y la de dios, iba a machete).
Gustave Doré: Uno de los mejores grabadores de la Hª de arte, usaba la xilografía como técnica, está considerado un romántico, trabajo en el taller de Pisan. Los resultados de su obra son irregulares. Colaboro en prensa Francesa. Trabajo en 10 años tirando miles de ilustraciones. Son famosas las imágenes de la divina comedia, el quijote, la oda del viejo marinero, los cuentos de Perrault y los Droláticos.
En Francia en ilustración o a veces en cartel pintores famosos de la época: Delacroix, Gavarni, Gericault, Courbet (bueno) y Millet.
Jules Chéret: De los pocos que se podía considera profesional, cuidaba la tipografía cosa q no hacia Toulouse. Se le considera el padre del cartel moderno. Su padre era tipógrafo, trabajo desde los 13 años en talleres litográficos. Trabajo en Londres y Paris, primero que utiliza las mujeres como tema erótico para la publicidad. Trabajó catálogos, cubiertas de libros, todo tipo de libros y revistas, y el cartel. Trabajo en Londres y se interesó sobre todo en la maquinaria. Montando su taller en Paris triunfó tras realizar un cartel “la cierva en el bosque” 1866. Vivió 96 años. Hizo en torno a 1000 carteles. Siempre la protagonista de la escena es una figura femenina siempre cargadas de “erotismo”. Era uno de los primero que se le admite utilizar la mujer-objeto como reclamo publicitario.
Henri Toulouse-Lautrec: Él era un artista pero para comer hacia carteles para los tugurios por los que frecuentaba. Artista y cartelista famoso. Utilizó todas las técnicas de reproducción pero como la moda prevaleció la litografía. A diferencia de Chéret se le atribuyen sobre 100 carteles. Son famosas sus series: Jane Avril, Aristide Bruant etc... Dominio de colorido, lenguaje publicitario, dominio de criterios espaciales, amplias zonas vacias (influido por la estampa japonesa) Tonos brillantes e intención caricaturesca. Según Gui Bonsiepe los diseños gráficos no pueden ser concebidos como pintura con elementos gráficos añadidos, por eso Toulouse fue un excelente pintor pero pésimo tipógrafo.
Le Corbusier
(Charles-Édouard Jeanneret; La Chaux-de-Fonds, 1887 - Cap Martin, 1965) Arquitecto francés de origen suizo que fue, junto a Walter Gropius, el principal protagonista del renacimiento arquitectónico internacional del siglo XX. Además de ser uno de los más grandes renovadores de la arquitectura moderna, fue un incansable agitador cultural, labor que ejerció con pasión a lo largo de toda su vida. Con sus escritos se ganó una merecida fama de polemista y aportó un verdadero caudal de ideas innovadoras que han hecho que su obra influya decisivamente en la arquitectura posterior.
Con una formación tan sólo artesanal, construyó su primera casa a los diecisiete años. Aprendió después con los mejores arquitectos de su época: Joseff Hoffmann, Auguste Perret y Peter Behrens. En 1919 fundó con Amadée Ozenfant el purismo, una derivación del cubismo. También había creado una revista, L'Esprit Nouveau, desde la que lanzaba sus proclamas contra la Escuela de Bellas Artes y fustigaba los dictados de una tradición anquilosada y obsoleta.
En 1921 Le Corbusier publicó un artículo en el que exponía un concepto totalmente nuevo de vivienda. Para guardar concordancia con su tiempo, la casa debía ser una "máquina para vivir" y homologarse al resto de bienes que configuran la sociedad tecnológica. Con ello no defendía la estética ni el espíritu maquinista, sino que trataba de hacer una casa tan eficaz funcionalmente como lo eran las máquinas en las tareas para las que habían sido inventadas.
La vida moderna traía consigo una serie de exigencias cuya satisfacción era imposible encontrar en la pervivencia de la arquitectura tradicional; había por ello que adecuar la arquitectura a la civilización industrial. "Nosotros gustamos del aire puro y del sol a raudales... -afirmó-. La casa es una máquina de vivir, baños, sol, agua caliente y fría, temperatura regulable a voluntad, conservación de los alimentos, higiene, belleza a través de proporciones convenientes. Un sillón es una máquina de sentarse... los lavabos son máquinas para lavar... El mundo de nuestro quehacer ha creado sus cosas: la ropa, la estilográfica, la cuchilla de afeitar, la máquina de escribir, el teléfono... la limusina, el barco de vapor y el avión."
Así, pues, era absolutamente necesario crear también una nueva arquitectura, y Le Corbusier la fundó en torno a cinco puntos básicos: utilización depilotis (elementos de sustentación), jardines en el tejado, libre conformación de las plantas, ventanales continuos y libre formación de la fachada, todo ello dentro de un estricto orden geométrico como único generador de "volúmenes puros". Estas soluciones pasarían a ser las características fundamentales y paradigmáticas del racionalismo arquitectónico.
La utopía de Le Corbusier fue crear una nueva realidad urbana, una ciudad que fuera una síntesis entre naturaleza y desarrollo tecnológico. Para ello, arquitectura y urbanismo debían estar perfectamente integrados. Le Corbusier concebía el urbanismo como interacción del espacio de la civilización en el espacio de la naturaleza y su ciudad ideal, proyectada en 1922, está construida en vertical, dejando libres grandes zonas de la superficie del suelo, que se convierten en zonas verdes para discurrir por debajo de los edificios. Éstos se levantan sobre pilotis, dejando las plantas bajas como espacios de libre comunicación. Los tejados, convertidos en jardines, dejan de ser espacios inútiles; las calles son de amplias dimensiones y el tráfico se organiza en grandes vías de circulación rápida, netamente separadas de las zonas para peatones.
Ante el caos de los grandes centros urbanos, incapaces de absorber la imparable aglomeración de vehículos y personas, Le Corbusier soñó una ciudad de rascacielos conectados por jardines y autopistas, pero sus sueños eran sólo de papel y, aunque proyectó decenas de rascacielos, nunca construyó ninguno. En los años veinte, aun tenía que conformarse con la construcción de casas aisladas; una de éstas, que ha pasado a la historia como magnífico ejemplo del racionalismo corbuseriano, es la Ville Savoye (1928-1929, Le Possy), una aplicación de la casa sustentada por pilotis, relacionada con el exterior a través de grandes cristaleras y con los espacios interiores conectados.
Desde 1914 Le Corbusier desarrolló, para reconstruir una Flandes destruida por las batallas de la I Guerra Muncial el sistema domino. Se trataba de un proyecto de fabricación de casas en serie que mediante la estandarización de los elementos permitía realizar en pocas semanas toda una estructura de hormigón. Ideó además un sistema en el que la estructura, hasta entonces realizada mediante muros de carga, era realizada mediante pilotis, pilares que sujetaban los forjados de cada planta y las escaleras, quedando dicha estructura completamente independizada de la distribución de la vivienda y permitiendo así la planta libre. Ahora esto puede parecer muy normal, pero fue algo que cambió radicalmente la forma de construir y concebir los edificios.
Charlotte Perriand se tituló en la escuela de la Unión Central de Artes decorativas. Se dio a conocer a la edad de 24 años con su Bar bajo el techo de acero cromado y aluminio anodizado que fue presentado en el Salón de otoño de 1927 con aclamación de la crítica. Poco después inició una andadura en común de más de diez años con Pierre Jeanneret y Le Corbusier, quedando al cargo del «equipamiento de la habitación» (entiéndase este último término como sinónimo de habitar). Conjuntamente presentaron en 1929 en el Salón de otoño : El equipamiento de la habitación: estanterías, sillas y mesas. En 1929, junto con René Herbst yPierre Chareau se convirtió en uno de los miembros fundadores de la UAM (Union des Artistes Modernes), presidida por Robert Mallet-Stevens. Mantuvo, igualmente, estrechos lazos con el taller de Jean Prouvé en Nancy, con el arquitecto Paul Nelson o el taller de Lagneau-Weill-Dimitrijevic (LWD). A partir de los años 1940 su estilo se vio fuertemente influenciado por la estética oriental tras una estancia en Japón entre 1940 y 1942, donde entró en contacto con el movimiento Mingei.
Honoré Daumier: recoge la herencia de la revolución francesa y trabaja en ilustración colaborando con la prensa en temas sociopolíticos. Colaboró con 2 ilustraciones semanales en los periódicos, “la caricatura” y “Charivari” (vacilón y cañero). Es pintor “decente” pero genial grabador. Vivió del grabado. Como técnica utilizo la litografía estilísticamente se le relaciona con lo barroco victoriano. Por otro lado tiene otro estilo de composición sintética. Se le compara a Goya (en los desastres y los caprichos) o a Hoggarth (uno de los grandes del grabado, pintaba al rey borracho y la de dios, iba a machete).
Gustave Doré: Uno de los mejores grabadores de la Hª de arte, usaba la xilografía como técnica, está considerado un romántico, trabajo en el taller de Pisan. Los resultados de su obra son irregulares. Colaboro en prensa Francesa. Trabajo en 10 años tirando miles de ilustraciones. Son famosas las imágenes de la divina comedia, el quijote, la oda del viejo marinero, los cuentos de Perrault y los Droláticos.
En Francia en ilustración o a veces en cartel pintores famosos de la época: Delacroix, Gavarni, Gericault, Courbet (bueno) y Millet.
Jules Chéret: De los pocos que se podía considera profesional, cuidaba la tipografía cosa q no hacia Toulouse. Se le considera el padre del cartel moderno. Su padre era tipógrafo, trabajo desde los 13 años en talleres litográficos. Trabajo en Londres y Paris, primero que utiliza las mujeres como tema erótico para la publicidad. Trabajó catálogos, cubiertas de libros, todo tipo de libros y revistas, y el cartel. Trabajo en Londres y se interesó sobre todo en la maquinaria. Montando su taller en Paris triunfó tras realizar un cartel “la cierva en el bosque” 1866. Vivió 96 años. Hizo en torno a 1000 carteles. Siempre la protagonista de la escena es una figura femenina siempre cargadas de “erotismo”. Era uno de los primero que se le admite utilizar la mujer-objeto como reclamo publicitario.
Henri Toulouse-Lautrec: Él era un artista pero para comer hacia carteles para los tugurios por los que frecuentaba. Artista y cartelista famoso. Utilizó todas las técnicas de reproducción pero como la moda prevaleció la litografía. A diferencia de Chéret se le atribuyen sobre 100 carteles. Son famosas sus series: Jane Avril, Aristide Bruant etc... Dominio de colorido, lenguaje publicitario, dominio de criterios espaciales, amplias zonas vacias (influido por la estampa japonesa) Tonos brillantes e intención caricaturesca. Según Gui Bonsiepe los diseños gráficos no pueden ser concebidos como pintura con elementos gráficos añadidos, por eso Toulouse fue un excelente pintor pero pésimo tipógrafo.
Le Corbusier
(Charles-Édouard Jeanneret; La Chaux-de-Fonds, 1887 - Cap Martin, 1965) Arquitecto francés de origen suizo que fue, junto a Walter Gropius, el principal protagonista del renacimiento arquitectónico internacional del siglo XX. Además de ser uno de los más grandes renovadores de la arquitectura moderna, fue un incansable agitador cultural, labor que ejerció con pasión a lo largo de toda su vida. Con sus escritos se ganó una merecida fama de polemista y aportó un verdadero caudal de ideas innovadoras que han hecho que su obra influya decisivamente en la arquitectura posterior.
Con una formación tan sólo artesanal, construyó su primera casa a los diecisiete años. Aprendió después con los mejores arquitectos de su época: Joseff Hoffmann, Auguste Perret y Peter Behrens. En 1919 fundó con Amadée Ozenfant el purismo, una derivación del cubismo. También había creado una revista, L'Esprit Nouveau, desde la que lanzaba sus proclamas contra la Escuela de Bellas Artes y fustigaba los dictados de una tradición anquilosada y obsoleta.
En 1921 Le Corbusier publicó un artículo en el que exponía un concepto totalmente nuevo de vivienda. Para guardar concordancia con su tiempo, la casa debía ser una "máquina para vivir" y homologarse al resto de bienes que configuran la sociedad tecnológica. Con ello no defendía la estética ni el espíritu maquinista, sino que trataba de hacer una casa tan eficaz funcionalmente como lo eran las máquinas en las tareas para las que habían sido inventadas.
La vida moderna traía consigo una serie de exigencias cuya satisfacción era imposible encontrar en la pervivencia de la arquitectura tradicional; había por ello que adecuar la arquitectura a la civilización industrial. "Nosotros gustamos del aire puro y del sol a raudales... -afirmó-. La casa es una máquina de vivir, baños, sol, agua caliente y fría, temperatura regulable a voluntad, conservación de los alimentos, higiene, belleza a través de proporciones convenientes. Un sillón es una máquina de sentarse... los lavabos son máquinas para lavar... El mundo de nuestro quehacer ha creado sus cosas: la ropa, la estilográfica, la cuchilla de afeitar, la máquina de escribir, el teléfono... la limusina, el barco de vapor y el avión."
Así, pues, era absolutamente necesario crear también una nueva arquitectura, y Le Corbusier la fundó en torno a cinco puntos básicos: utilización depilotis (elementos de sustentación), jardines en el tejado, libre conformación de las plantas, ventanales continuos y libre formación de la fachada, todo ello dentro de un estricto orden geométrico como único generador de "volúmenes puros". Estas soluciones pasarían a ser las características fundamentales y paradigmáticas del racionalismo arquitectónico.
La utopía de Le Corbusier fue crear una nueva realidad urbana, una ciudad que fuera una síntesis entre naturaleza y desarrollo tecnológico. Para ello, arquitectura y urbanismo debían estar perfectamente integrados. Le Corbusier concebía el urbanismo como interacción del espacio de la civilización en el espacio de la naturaleza y su ciudad ideal, proyectada en 1922, está construida en vertical, dejando libres grandes zonas de la superficie del suelo, que se convierten en zonas verdes para discurrir por debajo de los edificios. Éstos se levantan sobre pilotis, dejando las plantas bajas como espacios de libre comunicación. Los tejados, convertidos en jardines, dejan de ser espacios inútiles; las calles son de amplias dimensiones y el tráfico se organiza en grandes vías de circulación rápida, netamente separadas de las zonas para peatones.
Ante el caos de los grandes centros urbanos, incapaces de absorber la imparable aglomeración de vehículos y personas, Le Corbusier soñó una ciudad de rascacielos conectados por jardines y autopistas, pero sus sueños eran sólo de papel y, aunque proyectó decenas de rascacielos, nunca construyó ninguno. En los años veinte, aun tenía que conformarse con la construcción de casas aisladas; una de éstas, que ha pasado a la historia como magnífico ejemplo del racionalismo corbuseriano, es la Ville Savoye (1928-1929, Le Possy), una aplicación de la casa sustentada por pilotis, relacionada con el exterior a través de grandes cristaleras y con los espacios interiores conectados.
Desde 1914 Le Corbusier desarrolló, para reconstruir una Flandes destruida por las batallas de la I Guerra Muncial el sistema domino. Se trataba de un proyecto de fabricación de casas en serie que mediante la estandarización de los elementos permitía realizar en pocas semanas toda una estructura de hormigón. Ideó además un sistema en el que la estructura, hasta entonces realizada mediante muros de carga, era realizada mediante pilotis, pilares que sujetaban los forjados de cada planta y las escaleras, quedando dicha estructura completamente independizada de la distribución de la vivienda y permitiendo así la planta libre. Ahora esto puede parecer muy normal, pero fue algo que cambió radicalmente la forma de construir y concebir los edificios.
Charlotte Perriand se tituló en la escuela de la Unión Central de Artes decorativas. Se dio a conocer a la edad de 24 años con su Bar bajo el techo de acero cromado y aluminio anodizado que fue presentado en el Salón de otoño de 1927 con aclamación de la crítica. Poco después inició una andadura en común de más de diez años con Pierre Jeanneret y Le Corbusier, quedando al cargo del «equipamiento de la habitación» (entiéndase este último término como sinónimo de habitar). Conjuntamente presentaron en 1929 en el Salón de otoño : El equipamiento de la habitación: estanterías, sillas y mesas. En 1929, junto con René Herbst yPierre Chareau se convirtió en uno de los miembros fundadores de la UAM (Union des Artistes Modernes), presidida por Robert Mallet-Stevens. Mantuvo, igualmente, estrechos lazos con el taller de Jean Prouvé en Nancy, con el arquitecto Paul Nelson o el taller de Lagneau-Weill-Dimitrijevic (LWD). A partir de los años 1940 su estilo se vio fuertemente influenciado por la estética oriental tras una estancia en Japón entre 1940 y 1942, donde entró en contacto con el movimiento Mingei.